A cuarenta años de la desaparición de Emanuela Orlandi, el Vaticano anunció este 9 de enero que reabre la investigación y causó asombró generalizado.
El promotor de la justicia vaticana, Alessandro Diddi, junto con la Gendarmería, decidieron reabrir las investigaciones sobre el caso que sacudió a la Santa Sede y que resurge con teorías conspirativas hasta los días actuales.
Según publica Adnkronos, el objetivo de los investigadores es volver a analizar todos los expedientes, documentos, informes, informativas y testimonios.
El trabajo comenzará desde el examen de cada detalle a partir de esa tarde del 22 de junio de 1983 cuando la adolescente de 15 años, hija de un empleado de la Santa Sede cerró la puerta de su casa a las 16 para ir a clase de música en la plaza Sant’Apollinare, cerca de la basílica del mismo nombre, donde muchos años más tarde se descubrió que estaba enterrado uno de los jefes de la banda de la Magliana, Renatino Enrico De Pedis, según varios testigos ejecutor material del secuestro “en nombre de altos prelados”.
Desde la familia de la víctima se mostraron sorprendidos por la nueva iniciativa.
“No sabemos nada al respecto, no hemos sido advertidos”, indicó la abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò.
“Una vez más hemos recibido la información de las agencias de noticias sin ser contactados oficialmente por el Vaticano”, remató.
El caso, en Netflix: ‘La chica del Vaticano’
El caso de Emanuela llegó a un documental de Netflix.
En el último capítulo de la serie, se muestra un encuentro que el papa Francisco mantuvo en 2013 en la parroquia Sant’Anna con la familia Orlandi, a quienes les dice: “Emanuela está en el cielo”.
La familia se mostró sorprendida ante tal afirmación y, cuando expresaron que tenían la esperanza de encontrarla, el pontífice repitió la frase: “Emanuela está en el cielo”.
Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, dijo: “Me heló la sangre escuchar al Papa decir que Emanuela estaba muerta. No sabemos si está viva o muerta porque no hay evidencia. Pero que un jefe de Estado dijera que Emanuela estaba muerta significaba que sabía más que nosotros”.
La serie documental expuso además la hipótesis de que Emanuela fue abusada sexualmente por un alto funcionario cercano al papa Juan Pablo II y desaparecida para que no hablara.
Pietro había dicho previamente que la familia vivía dentro de la Ciudad del Vaticano, y que ellos tenían la libertad de pasear por los jardines papales.
En abril de 2020, el Vaticano cerró formalmente una investigación sobre Orlandi después de que los restos desenterrados en un cementerio tuvieran más de un siglo de antigüedad.
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El atentado a Juan Pablo II y la CIA
Ali Agca, el hombre que disparó contra Juan Pablo II en 1981, asegura en una carta hecha pública en 2019 que la joven “está viva”.
Agca asegura que “el Gobierno vaticano no es responsable”, pero en cambio vincula a la CIA con la desaparición de Orlandi. “No fue secuestrada en el sentido clásico del término”, agrega, ya que “fue víctima de una intriga internacional por motivos religiosos y políticos vinculados también con el Tercer Secreto de Fátima”.
Apertura de tumbas
Este 11 de julio de 2019, el Vaticano accedió al pedido de la familia de Emanuela Orlandi de abrir dos tumbas en el cementerio teutónico de la Santa Sede.
Había sospechas de que el cuerpo de la joven pudiera haber estado allí. Sin embargo, no se encontró absolutamente nada.
“Las tumbas están vacías. No hay huesos. Es una cosa increíble”, dijo en aquel momento la abogada de la familia, Sgrò.
