Fratelli d’Italia (FdI), La Liga y Forza Italia (FI) acarician su llegada al Palacio Chigi y esperan el resultado electoral para distribuir el poder.
Giorgia Meloni, líder de FdI, señaló que esperarán el veredicto de las urnas, aunque antes podrían “señalar uno o dos ministros”. El “equipo completo”, solo después de los resultados. Aunque ya marcó que el que saque más votos dentro de la coalición, gobernará: “quien tenga un voto más tendrá el honor y la carga de indicar el primer ministro”.
Meloni, que lleva una ligera ventaja en las encuestas frente al Partido Democrático (PD), viene evitando el triunfalismo, pero marcando sus condiciones. Ya ha dejado en claro que solo después del resultado hablarán de nombres para un hipotético Consejo de Ministros. En público.
En una entrevista con Controcorrente, la líder de FdI fue consultada por la posibilidad de que Matteo Salvini vuelva a ser ministro del Interior. En paralelo, el líder de La Liga cuestionaba a la actual titular del Viminale, Luciana Lamorgese.
#Lampedusa. A poche ore dal mio arrivo, di notte, la Lamorgese organizza la fuga di centinaia di clandestini verso altre zone d’Italia.
Vergogna.
Dal 25 settembre, bye bye Lamorgese. pic.twitter.com/U3ZcWSoEbv— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) August 3, 2022
“Salvini ya fue ministro, es una persona capaz en ese papel”, consideró. Sin embargo, agregó que “no son cosas que se definan primero, sino que se discuten con la coalición en base a lo que nos digan los italianos”.
El viejo líder que vuelve por otra batalla
Por su parte, Silvio Berlusconi busca captar más votos para su partido. El ex primer ministro, de 85 años, ve como Forza Italia pasó a ser el tercero en una coalición que supo liderar.
“Votar a Forza Italia por un nuevo miracolo italiano“, lanzó el veterano líder. En un vídeo en redes sociales, planteó que Italia “no será la misma” si gana la derecha o la izquierda.
Defendió la rebaja de impuestos, la reducción de la burocracia y “una justicia imparcial”. En cambio, con sus contrincantes habría una Italia “igual o incluso peor que la actual.
Pero además llamó a que “Europa y Occidente sean opciones morales y políticas absolutas”. El magnate de los medios de comunicación fue criticado en los últimos meses por su histórica cercanía al presidente de Rusia, Vladimir Putin. Incluso tuvo que criticarlo públicamente.