La policía detuvo a una enfermera que fingía vacunar contra el coronavirus a cambio de 400 euros para que los pacientes obtuvieran el certificado de vacunación sin recibir la propia vacuna.
La mujer, detenida a Palermo, fingía vacunar a personas que no querían vacunarse pero sí tener acceso a las mismas libertades que los inoculados.
La enfermera, que además fue suspendida, descargaba la dosis de la vacuna en una gasa y, ya sin el inoculante, pinchaba al paciente. Una cámara instalada en su centro de trabajo demostró este modus operandi.
La investigación realizada por la unidad de investigación y operaciones especiales de la policía de Palermo culminó con tres detenciones. Por un lado, la enfermera que fingía vacunar, pero también el líder de un movimiento antivacunas, Filippo Accetta, y otro cómplice, Giuseppe Tomasino. Ambos están acusados de participar en delitos de corrupción y falsificación.
Estos dos hombres están entre la decenas de personas que contrataron los servicios de la enfermera para conseguir su certificado. También identificaron a otra enfermera y a un policía de la comisaría de Palermo.
La policía ha bloqueado los certificados, por lo que se le aplica las restricciones del súper green pass, especialmente para espacios de ocio. Además, suspenderán al policía y a las enfermeras, ya que deberían estar vacunados para trabajar.
El hecho preocupa, en medio del alza de casos y el análisis de posibles medidas restrictivas adicionales.
Renato Costa, comisario para la emergencia del coronavirus en la región, calificó como “episodio aislado” a este incidente. “El personal sanitario del centro de vacunación de Fiera del Mediterraneo se sienten traicionados”, agregó.
