Las citas para la vacunación contra el coronavirus aumentaron más de un 30% tras la imposición de la vacunación obligatoria para asistir al trabajo.
Las solicitudes para la primera dosis de la vacuna fueron entre 20% y 40% respecto a la semana anterior, aunque los datos varían según el día y la región.
A partir del 15 de octubre los trabajadores que cumplen funciones en Italia deberán mostrar el pase verde, el certificado que muestra que la persona se ha vacunado o que ha atravesado la enfermedad. El mismo ya era imprescindible para cualquier tipo de actividad de ocio.
Como explicó el general Francesco Paolo Figliuolo, comisario extraordinario para la emergencia del COVID-19, el objetivo es seguir superando los actuales porcentajes de vacunación. Aunque se acercan al 75% de los mayores de 12 años con pauta completa, el Gobierno pretende aumentar esos números antes de que bajen las temperaturas. Eso justifica la decisión adoptada, que buscaba justamente que aumentaran las citas para la vacunación.
Más allá de las preocupaciones sanitarias, lo que busca el Ejecutivo que encabeza Mario Draghi es librarse de nuevas restricciones, que golpearían la economía. “Con esta decisión, Italia se pone a la vanguardia del mundo. Estamos creciendo al 6% del PIB. Esta operación sólo puede reforzar nuestro crecimiento y hacerlo estructural”, explicó el ministro de Administración Pública, Renatto Brunetta.