La Santa Sede ha tomado dos iniciativas para combatir las consecuencias de la pandemia de coronavirus. La Administración del Patrimonio dea Sede Apostólica, cuyo presidente es el obispo Nunzio Galantino, ha dividido los montos de los alquileres de los locales comerciales, según publica Il Fatto Quotidiano.
Es que las tiendas en la plaza de San Pedro están cerradas y los comerciantes no han ganado un solo euro
Por este motivo, los locales comerciales en territorio del Vaticano podrán pagar los alquileres en cuatro cuotas. La primera cuota se pagará ahora y la segunda en 2021. En tanto, la tercera ha sido abonada por la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.
De la cuarta cuota se hará cargo el propio papa Francisco
Esto ha sido definido para el mes de abril, aunque no se descarta que el esquema se repita en mayo, en caso de que las tiendas no puedan retomar sus actividades.
Donación de salarios
En segundo lugar, cardenales, obispos y curas han enviado al Papa su salario mensual para que el sumo pontífice pueda usar el dinero para sus obras de caridad.
Fue antes de Pascua cuando el cardenal limosnero Konrad Krayewsky había propuesto esa forma de estar unidos al santo padre aún en ausencia de las celebraciones de la Semana Santa.
De inmediato, en la Curia romana todos han respondido al llamado.
La contracción económica causada por el COVID-19 está obligando el Vaticano a reducir sus gastos. Entre las hipótesis tomadas en consideración está la de volver a abrir los Museos del Vaticano, con medidas de seguridad adecuadas, ya que en el balance que administra el Estado ciudad del Vaticano, los museos constituyen la mayor entrada.
En la prueba que estamos atravesando, hemos comprobado que somos frágiles. Necesitamos al Señor, que ve en nosotros, más allá de nuestras fragilidades, una belleza insuprimible. Con Él descubrimos que somos muy valiosos incluso en nuestra fragilidad.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 21, 2020
Francisco, en relación a la fase 2 de la emergencia sanitaria, ha avisado que ahora el peligro es el de ser afectados por el virus del egoísmo indiferente, que sale de “la idea que la vida mejora si es mejor para mí, que todo irá bien si va bien para mí”, mientras que no hay que olvidarse de los pobres.
El Papa: “Esta pandemia nos recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre quienes sufren”
El jefe de la Iglesia católica ha invitado a todos a eliminar las disparidades, a sanar la injusticia, poniendo el ejemplo de los antiguos cristianos que lo ponían todo en común: “No es ideología” ha dicho Francisco, “es cristianismo”.
