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¿Por qué el papa Francisco nunca volverá a Argentina?

Mientras todos los medios especulan cuándo será el primer viaje del papa Francisco a Argentina, su tierra natal, cabe hacerse otra pregunta: ¿es posible que nunca más vuelva a visitar Buenos Aires? Lo es.

 

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Habemus papam

En marzo de 2020 se cumplirán seis años de aquel “habemus papam” en el balcón principal de la sede del Vaticano y que el mundo entero escuchó en directo.

El por entonces ignoto arzobispo de Buenos Aires se convertía en el primer Papa latino. Aquella noche, Jorge Mario Bergoglio se despedía para siempre de su identidad y se presentaba ante la humanidad como Francisco.

Su nombre ya había sonado como candidato para convertirse en el santo padre en 2005 durante el cónclave que finalmente proclamó a Joseph Ratzinger como nuevo jefe de la Iglesia católica. Sin embargo, durante la siguiente reunión de obispos para elegir un nuevo sumo pontífice, nadie imaginaba —ni siquiera en Argentina— que Bergoglio tuviese alguna posibilidad.

Cuenta la historia que ni el propio primado de Argentina creía en sus chances. El hombre que viajó a Roma tras la renuncia de Ratzinger le había pedido a su diariero no suspender el envío de los periódicos a su domicilio, ya que regresaría “pronto”. Sin embargo, nunca más pisó Buenos Aires… ¿lo hará alguna vez?

Mientras todos los medios argentinos reflotan cada dos semanas la hipótesis de un inminente viaje papal a su tierra natal, desde esta columna me animo a pronosticar que Francisco jamás volverá a Argentina.

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La grieta argentina

En el país del fin del mundo, no hay grises. Todo se vive a flor de piel y tibio se convirtió en un insulto por excelencia. Tibio es aquel que no expresa con vehemencia una determinada postura política.

Bergoglio fue durante su arzobispado un crítico de los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Una relación tensa en un Estado laico por ley, pero religioso en la práctica.

Cruces sobre el matrimonio igualitario y los impuestos al sector agropecuario –entre otros temas– hicieron que el fallecido expresidente argentino calificara al arzobispo como “líder espiritual de la oposición”.

Jorge Bergoglio y Cristina Fernández de Kirchner.
Jorge Bergoglio y Cristina Fernández de Kirchner. (Foto: Casa Rosada)

La relación entre el Gobierno argentino y la Iglesia se rompió completamente cuando el expresidente Kirchner decidió dejar de asistir al tedeum que cada 25 de mayo se celebra en la catedral de Buenos Aires con motivo de la conmemoración del primer Gobierno patrio. La decisión fue perpetrada por su esposa y sucesora en el poder.

Néstor Kirchner: “Nuestro Dios es de todos, pero cuidado que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas”

Sin embargo, todo cambió cuando Bergoglio fue elegido sumo pontífice. 

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Bergoglio vs. Francisco

No se trata simplemente de un cambio de nombre. Francisco asumió inmediatamente su condición de jefe de Estado y líder mundial para dejar atrás la agenda local de Bergoglio

En pocos meses, la grieta argentina se devoró también a Francisco. Quienes veían en Bergoglio un líder, pasaron a ver en Francisco un Papa populista, a medida que crecían los elogios de Cristina Fernández de Kirchner y sus visitas al Vaticano.

Ambos pasaron de evitarse al máximo en Buenos Aires a numerosos encuentros con caras sonrientes en la Santa Sede

Es que ahora, los dos líderes podían debatir sobre una agenda mundial, dejando atrás asperezas del plano local y de la cotidianidad: el hambre, los conflictos bélicos, el sistema capitalista, la desigualdad mundial desplazaron al debate argentino sobre impuestos o matrimonio de parejas del mismo género.

Por otro lado, Cristina comprendió que su interlocutor era ahora un referente mundial, un jefe de Estado, pero no un par. Se trata de un líder para todo el planeta que por primera vez en la historia es latino y mejor aún, argentino.

Francisco también fue consciente desde el primer momento de este nuevo rol que la historia le había asignado. Cambió seriedad por sonrisas fraternales y en pocos meses renovó la cercanía de la Iglesia –al menos en lo protocolar– con el pueblo, relación que se había congelado con Benedicto XVI

Cristina Fernández de Kirchner y Francisco.
Cristina Fernández de Kirchner y Francisco. (Foto: Casa Rosada)

Con el inicio del mandato de Mauricio Macri en Argentina, comenzaron las comparaciones odiosas: que Francisco sonreía más cuando se encontraba con Cristina, que las audiencias con Macri eran más cortas.

Lo cierto que así como la expresidenta argentina había reconocido en Francisco a un líder mundial, dejando atrás cualquier diferencia, Macri jamás hizo esa diferenciación y siguió interpelando a un líder local, a un par o a incluso a un súbdito

De cualquier manera, cuesta poco imaginar con quién es más interesante hablar sobre sustentabilidad, conflictos bélicos, guerras económicas, desigualdad social y los desafíos de la humanidad. 

Macri no se cansa de hacer bromas futbolísticas cada vez que se encuentra con un líder mundial. Angela Merkel, Emmanuel Macron y Vladímir Putin fueron solo algunas de sus víctimas que se incomodaron ante las referencias deportivas de Macri, expresidente de Boca Juniors.

Viajes por Latinoamérica 

A mediados de 2013, Francisco viajó a Brasil y fue entonces cuando la primera esperanza de una visita a Argentina se despertó. Los 2.500 kilómetros que separan a Río de Janeiro de Buenos Aires parecían una distancia razonable para reencontrarse con los suyos.

Sin embargo, el sumo pontífice eligió encabezar la Jornada Mundial de la Juventud –con tres millones de asistentes, entre brasileños, argentinos, chilenos e incluso estadounidenses e italianos– y regresar a Fiumicino.

En julio de 2015, Francisco aceptó las invitaciones de Rafael Correa, Evo Morales y Horacio Cartes para visitar Ecuador, Bolivia y Paraguay.

En ese entonces, Argentina estaba en plena campaña electoral. Una intensa antesala de los comicios que enfrentarían al kirchnerismo con el partido Cambiemos y que marcarían un profundo viraje político en el país sudamericano: el 10 de diciembre de ese año, Mauricio Macri asumiría como presidente.

El entonces candidato oficialista a la presidencia argentina, Daniel Scioli, mencionaba en cada oportunidad que el papa Francisco era su referente.

Francisco optó por segunda vez no visitar Argentina para no ser utilizado por ningún candidato y no interferir en la política local

Algunos meses después de aquella gira, en septiembre de ese año, Francisco aterrizó en Cuba y en Estados Unidos, donde destacó el mejoramiento de la relación entre ambas naciones.

EEUU y Cuba se acercaban, mientras la grieta argentina separaba aún más a Francisco de su tierra natal

En febrero de 2016, ya con Macri al frente de la Argentina, Francisco realizó un viaje apostólico a México. Con el cambio de poder, el Gobierno del fin del mundo mostraba su incipiente interés en concretar la primera visita del Papa argentino.

Un año más tarde –septiembre de 2017– Francisco visitó Colombia para apoyar el acuerdo de paz firmado con las FARC y la reconciliación de los colombianos.

Viajes de Francisco.
Viajes de Francisco. (Foto: ilustración Wikipedia)

A principios de 2018, recorrió Chile y Perú, una gira con un sabor amargo marcada por las denuncias de pedofilia dentro de la Iglesia chilena y por la escasa participación de los chilenos en las misas y encuentros que encabezó el santo padre.

En enero de 2019 fue su más reciente visita a América Latina: viajó a Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud.

En cinco años, el papa Francisco visitó todos los países limítrofes de Argentina –con excepción de Uruguay–, pero nunca pisó su tierra natal

Cada vez que sobrevoló el espacio aéreo argentino, el Vaticano envió un saludo oficial al mandatario argentino, como estila el protocolo de la Santa Sede. 

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Los viajes de los papas anteriores

A Francisco no lo llaman el papa viajero, solo porque antes existió Juan Pablo II. Durante su pontificado, Karol Józef Wojtyła visitó alrededor de 130 países. Por su parte, el sumo pontífice argentino ya ha recorrido buena parte del mundo: más de 35 países en cinco años.

Es el primer Papa en pisar Sri Lanka, además de haber viajado a destinos como Marruecos, Tailandia, Japón, Mozambique, Bangladés, Myanmar, Kenia, Uganda y Corea del Sur, entre otros.

Sus antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, visitaron su tierra natal en varias oportunidades

Benedicto XVI volvió tres veces a Alemania, mientras que Juan Pablo II visitó nueve veces Polonia.

Claro, ninguno de los era víctima de disputas políticas en su país. La diferencia entre las múltiples visitas de sus antecesores y la ausencia absoluta de viajes de Francisco a su hogar, habla a las claras de escenarios distintos. 

Francisco siempre ha manifestado su deseo de visitar Argentina, pero ha justificado las postergaciones por su complicada agenda. Lo cierto es que más allá de sus compromisos internacionales, Francisco no deja de ser su propio jefe y es quien tiene la palabra final.

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¿Cuál sería el momento ideal para volver a Argentina?

Argentina acaba de celebrar unas elecciones que consagraron a Alberto Fernández como el futuro presidente. Al igual que en 2015, resulta comprensible que Francisco no visitara el país durante la campaña electoral.

El problema ahora es que con el cambio de Gobierno –y el regreso del kirchnerismo– en caso de una visita de Francisco, la primera lectura será que el Papa esperó a que Macri abandonara el poder para realizar su primera visita.

Sin lugar a dudas, un hipotético viaje del Papa no se concretará en 2020, durante el primer año de gestión de Fernández

Pese a que –una vez más– los medios argentinos reavivaron la hipótesis de una probable visita, el propio Francisco descartó la posibilidad en un mensaje a la Diócesis de Río Gallegos (Patagonia), que el primero de abril de 2020 celebrará los 500 años de la primera misa en Argentina.

“Ustedes están preparando la celebración de los 500 años de la primera misa en territorio argentino, en San Julián. Los acompaño desde acá”, dijo el Papa.

“Por supuesto que me hubiera gustado estar, no se puede todavía porque este año estoy lleno de viajes”, sentenció

Una visita en la mitad de gestión del presidente electo –2021–  coincidiría con las elecciones de medio término en Argentina, las parlamentarias. Esto pondría al referente del mundo católico ante una nueva utilización de su figura por parte de los distintos candidatos, cuestión que Francisco quiere evitar al máximo.

De esta manera, el momento más cercano para concretar el ansiado retorno sería recién después de octubre de 2021

Sin embargo, existe otro problema: ¿hasta cuándo será papa Francisco?

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El final del papado de Francisco

Francisco cumplirá 83 años el 17 de diciembre de 2019. Nadie puede negar que fue uno de los papas más activos que se recuerde.

Visitas sorpresas a tiendas romanas, a hospitales, apariciones públicas, audiencias interminables en la plaza San Pedro y conversaciones con miles de personas impactaron en la salud del argentino. 

Francisco ha insinuado desde el inicio de su papado que no se imaginaba dirigiendo la Iglesia hasta el final de sus días y que seguiría el ejemplo de su antecesor: renunciar cuando ya no tuviera más fuerzas.

Además:  Francisco, ¿cerca de dimitir?: "Me tientan y estoy muy asediado"

Benedicto XVI comunicó su renuncia a los 85 años, edad que tendrá Francisco en el momento ideal para visitar Argentina: luego de octubre de 2021.

Francisco y Benedicto XVI.
Francisco y Benedicto XVI. (Foto: Mondarte CC BY-SA 4.0)
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¿Es posible que el Papa nunca más regrese a su país natal?

En caso de renunciar, el papa emérito está obligado a vivir en la Santa Sede y a guardar los secretos a los que tuvo acceso. Este es el ejemplo de Joseph Ratzinger, quien pasa los días en un monasterio dentro del Vaticano, a pocos metros de Francisco. 

Ratzinger –Benedicto XVI– nunca más regresó a Alemania tras su renuncia*

Pasa sus días tocando el piano y hace retiros espirituales. Vive en compañía de cuatro laicas de la comunidad Memores Domini, que le ayudan con los quehaceres del hogar y de su secretario privado. 

Francisco solo podría visitar Argentina como Papa a cargo de la Iglesia y no como papa emérito**

Esto disminuye notablemente las posibilidades de un regreso de Francisco a su tierra natal, a su departamento en Buenos Aires del que se fue pensando que regresaría tras pocos días.

El reloj con la cuenta regresiva sigue corriendo y todo parece indicar que el regreso del Papa a Argentina no depende de cuántas ganas tenga el sumo pontífice, sino de los propios argentinos.


ACTUALIZACIÓN

*Benedicto XVI regresó a Alemania en 2020 para despedirse de su hermano que estaba agonizando. Tras la visita impostergable, retornó a la Santa Sede.

**Esta información fue confirmada en su momento por fuentes del Vaticano, pero el viaje de Benedicto XVI la contradice.

 

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