El 25 de febrero comenzará a funcionar la denominado “Área B” en la ciudad de Milán, que convivirá con la “C”. De esta manera, se amplía el cerco de ingreso para automóviles que no cumplan con determinadas normas medioambientales.
Nueva zona de exclusión
La flamante zona abarca buena parte de la ciudad de Milán (en rojo en el mapa), y se encuentra delimitada por las calles Anassagona, Pirelli, Sarca, Pasta Giuditta, Gallarate, Tofano, Basilea, Zurich, Gonin, Baroni, Cassinis, Rogoredo, Carlo Feltrinelli, Mecenate y Fantoli.
Esta zona estará vigilada por 15 cámaras de control, y desde marzo se instalarán otras tantas para llegar a 98 a fines de este año.

Los que no pueden entrar
Aquellos vehículos con motores nafteros Euro 0, y diésel Euro 3. Según estimaciones del municipio, son cerca de 570.000 los vehículos que se verán afectados.
Horarios
De lunes a viernes de 7:30 am a 7:30 pm.
Multas
A partir del 25 de febrero y solo en el primer año, comenzarán a correr 50 días libres de circulación por la Área B para los residentes, y cinco para los foráneos. Una vez superada esa cantidad, se labrarán multas de 80 euros.
Plan progresivo
A partir del 1 de octubre se elevará el nivel de exigencia, sobretodo para los motores diésel, dado que no podrán ingresar aquellos que cumplan con la norma Euro 4 y que no tengan FAP (filtro anti partículas).
En tanto, tampoco podrán circular los Euro 3 y 4 con FAP con un valor de emisión de partículas superior a los 0,00045 g/km.
Expectativas
Se espera que caiga un 14% la emisión de gases contaminantes en el primer año.
La Unión Europea tolera 35 días de sobrepaso en los niveles máximos de polución, a lo largo de un año. En 2018, en Milán fueron 79 las jornadas que lo superaron, mientras que en 2017, 97.