El preocupante panorama del cambio climático y sus consecuencias mortales se revela en un nuevo informe del Lancet Countdown on Health and Climate Change.
Según este estudio, si no se toman medidas inmediatas para limitar el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 °C, las muertes relacionadas con el calor podrían casi quintuplicarse para el año 2050.
El calentamiento global, impulsado por la falta de acciones concretas y la continua dependencia de los combustibles fósiles, podría resultar en graves pérdidas de vidas humanas y empeorar las condiciones de vida a nivel mundial.
El informe destaca que el mundo enfrenta daños irreversibles y la necesidad urgente de una respuesta centrada en la salud. Fue elaborado por 114 expertos de 52 instituciones de investigación y agencias de la ONU, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En el análisis de 47 indicadores, se revela un aumento del 85% en las muertes por calor entre los ancianos en la última década. En tanto, el cambio climático impacta sistemas vitales como agua, higiene y producción alimentaria.
Las consecuencias del cambio climático
Las pérdidas económicas vinculadas a eventos meteorológicos extremos están en aumento, exacerbando las desigualdades globales, especialmente en países con un Índice de Desarrollo Humano (HDI) bajo y medio.
Este informe llega en un momento crítico, ya que nos acercamos al final del año más caluroso registrado y días antes del inicio de la COP28, la cumbre de la ONU sobre cambio climático en Dubái.
Los expertos subrayan la falta de reconocimiento de la principal causa de la falla de la salud pública: los combustibles fósiles.
Una carta abierta, respaldada por 46 millones de profesionales de la salud, insta al presidente de la COP28 a comprometerse con una eliminación más rápida y justa de los combustibles fósiles e invertir en una transición energética renovable.
En 2022, las personas estuvieron expuestas en promedio a 86 días de temperaturas elevadas peligrosas para la salud. Los autores denuncian la negligencia de gobiernos, empresas y bancos que continúan invirtiendo en petróleo y gas, mientras los desafíos y costos de adaptación aumentan y el mundo se acerca a un daño irreversible.
La advertencia es clara: sin acciones decisivas y rápidas para abordar las causas profundas del cambio climático, la salud de la humanidad está en grave riesgo.
Se destaca la oportunidad que ofrece una transición energética justa para reducir las desigualdades sanitarias y mejorar la salud y el bienestar de todas las poblaciones.
