El Gobierno solicitó a diferentes instancias internacionales que se involucren, ante la gravedad de la crisis migratoria. Meloni y Tajani piden ayuda, pero también reclaman que no se deje sola a Italia.
Luego de las declaraciones de la primer ministro, Giorgia Meloni, en la que solicitaba a Europa que se involucre en “frenar” la salida de migrantes desde el origen. Por ahora, como respuesta Alemania suspendió el mecanismo de acogida de migrantes llegados a Italia.
La situación es especialmente crítica en las últimas horas, ya que en esta semana llegaron unos 10.000 migrantes a Lampedusa. Más allá de la grave situación en la isla, que ya se declaró en emergencia, el flujo preocupa a las autoridades.
“Hemos implicado a las Naciones Unidas y al G20” en este problema, señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani. “Ni siquiera Europa por sí sola es suficiente para abordar un problema tan enorme, que afecta no sólo a casi toda África, sino también a la afluencia procedente de la ruta de los Balcanes.
En ese sentido, Tajani agregó que la acogida de inmigrantes irregulares “pesa enteramente” sobre Italia, lo cual trae aparejado “costos enormes”.
“La inestabilidad de la región subsahariana es dramática: desde esos países hay un empuje hacia el norte del continente, en particular hacia Túnez, para desembarcar en Italia, y luego un tiempo aquí para llegar a otros países”, explicó.
En una entrevista con el Corriere della Sera, el vice primer ministro agregó que preparan una “gran conferencia internacional” que sería “el inicio de un verdadero proceso de estabilización del Sahel”.
