La guerra entre Rusia y la OTAN en Ucrania promete castigar a Europa con el invierno más cruel de las últimas décadas. La escasez de gas en el continente tras las sanciones a Moscú y la estrepitosa escalada en las boletas, harán que este invierno sea uno de los más duros que le tocará vivir a los italianos.
Finalmente, el ministro de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, firmó el decreto de lo que hasta ahora era un secreto a voces: se restringirá el uso de la calefacción en los hogares de todo el país.
El Gobierno asegura que se trata de límites de consumo “temporales”. En concreto, todas las calefacciones alimentadas a gas funcionarán durante una hora menos durante el día y, además, se bajará en un grado la temperatura (que ya no era muy alta).
Como si no fuera castigo suficiente para los italianos, el período de funcionamiento de la temporada de invierno 2022-2023 se acorta en 15 días: se pospone la fecha de inicio en ocho días y se anticipa el fin en siete días.
En presencia de situaciones climáticas particularmente severas, las autoridades municipales, a través de sus propias resoluciones, podrán autorizar el encendido de las instalaciones térmicas alimentadas por gas incluso fuera de los períodos indicados en el decreto, siempre que sea con una duración diaria reducida.
Con el fin de facilitar la aplicación de las nuevas disposiciones, ENEA publicará las indicaciones esenciales para establecer correctamente la temperatura de calefacción que los administradores de condominios deberán establecer.
Habrá ciertas excepciones: las restricciones no se aplicarán a los edificios destinados a lugares de cuidado, guarderías, piscinas, saunas ni a los edificios destinados a actividades industriales a los que las autoridades municipales ya hayan concedido excepciones.