La muerte del empresario Alberto Balocco y el accidente de un excursionista con un rayo, en un mismo fin de semana, despertó temor entre los italianos ante el mal tiempo que golpea algunas partes del país.
En Italia, en promedio unos 1.600.000 rayos caen al año, especialmente en julio y agosto, pero el fenómeno puede ocurrir, más raramente, incluso en invierno.
Las zonas más afectadas son Friuli, la región del lago de Lombardía, la zona de Roma y, en general, los relieves prealpinos y de los Apeninos. Sin embargo, de manera más general, no hay zonas sin rayos en Italia. Entre 50 y 100 relámpagos caen a la tierra cada segundo. Cuando un rayo pasa a través del aire, puede calentar el aire hasta 27.000 °C, una temperatura cinco veces más caliente que la superficie solar.
Según algunos estudios, los rayos golpean entre 50 y 100 personas al año
“El metal no atrae electricidad, perder el tiempo tratando de deshacerse de los pequeños objetos metálicos que usas es peligroso porque en caso de relámpago es esencial buscar refugio”, advierten desde la Protección Civil. Aunque esto no quita que en caso de una tormenta eléctrica sea necesario alejarse estructuras metálicas.
Cualquier objeto con una elevación predominante en relación con el área circundante es más probable que sea alcanzado por un rayo. Es decir, hay que alejarse de árboles, torres, antenas o un enrejado, por ejemplo.
La corriente del rayo después de golpear su objetivo se dispersa en el suelo, por lo que si está muy cerca de la estructura afectada y está en contacto con el suelo, puede entrar en contacto con la corriente de fuga y sufrir daños.
Si una persona es alcanza por un rayo, el cuerpo no permanece cargado eléctricamente y, por lo tanto, puede ser rescatado inmediatamente, sin ningún riesgo.
¿Qué hacer si nos sorprende una tormenta eléctrica en la montaña o en la playa?
Si no hay lugares protegidos, al aire libre tienes que quedarte en un lugar lejos de las puntas o los árboles y agacharte.
Si estás con otras personas, no te tomes de la mano ni camines a una distancia menor de 10 metros el uno del otro.
En la playa, hay que salir inmediatamente del mar, ya que el agua es un buen conductor y el impacto del rayo en una área cercana podría afectarnos.