En medio de la peor sequía en 70 años, también el Lago Garda se ve afectado. Su nivel baja y sus aguas se calientan.
De hecho, el cuerpo de agua más grande del país ya tiene valores parecidos a los del Mar Caribe. Y, en sus costas, han emergido piedras o se han conectado zonas que antes estaban anegadas.
Parte de la bajada del nivel, además de las escasas lluvias, se da porque el Lago está compensando la falta de agua en ríos como el Po. Las autoridades permitieron que este reservorio vierta hasta 70 metros cúbicos por segundo en los exhaustos cursos fluviales.
Pero las lluvias no llegaron y hubo que reducir esa alimentación, para proteger el lago Garda. Y al turismo, que ve con sorpresa el bajo nivel de las aguas.
La zona tiene una fuerte afluencia de turistas, tanto nacionales como de otros países de Europa. Es uan actividad importante para las localidades alrededor del lago, ubicado entre Brescia y Verona.
“La sequía es un hecho que debemos afrontar este año, pero la temporada turística no corre peligro”, señaló Davide Bedinelli, alcalde de Garda.
