Tras seis semanas de conflicto, los ciudadanos italianos opinan sobre la guerra en Ucrania en una encuesta. Las valoraciones van estabilizándose, tras el impacto inicial.
Un sondeo recién realizado por IPSOS para el Instituto para los Estudios de Política Internacional (ISPI, por sus siglas en italiano) mide la opinión sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.
El 60,8% de los italianos echan la culpa al presidente ruso, Vladimir Putin, por la guerra. Un 17% responsabiliza a la OTAN y un 4,5% al presidente ucraniano, Volodomir Zelenzki. Un 17% no responde.
Sobre como el desarrollo de la guerra las opiniones son más variadas. Siete de cada diez italianos teme la amenaza nuclear en el conflicto. Pero un 44% prevé un acuerdo que ponga fin al conflicto. Alrededor del 10% si sitúan en otros desenlaces: una victoria rusa, un golpe de Estado en Moscú o una intervención de la OTAN.
Sin embargo, esta organización, tendría que quedar afuera del conflicto, según nada menos que seis italianos de cada diez. Menos de un 20% respaldaría un ingreso en el conflicto.
Donde se nota una opinión pública más dividida es sobre el asunto del envío de armas. Los que se oponen a que Italia y otros países de la Unión Europea envíen armas a Ucrania son el 38,6%, apenas un punto porcentual menos que los que apoyan el suministro o que incluso piden que se ayude incluso más al ejército ucraniano.
También cuando se les pregunta sobre las sanciones económicas los italianos parecen dividirse. El 37% las consideras inútiles y dañinas para la economía italiana, mientras que un 30% cree que son una contribución a resolver el conflicto, pese al efecto sobre la situación en el país. Sólo un 18,3% las apoya totalmente y cree que daña más a los rusos que a los europeos.
A la hora de contestar sobre los sacrificios energéticos por la crisis, casi nueve de cada diez italianos están dispuestos a bajar el consumo personal y familiar. Un 58% respalda volver a utilizar carbón y un 51% no duda en apostar por la energía nuclear.
Sobre los refugiados hay tres grupos bien marcados. El bando de los que los rechaza es de sólo un 7,2%, mientras que los que están dispuestos a acogerlos supera el 85%. Sin embargo, un 41% pide que sea “por un tiempo limitado”, mientras un 44% está dispuesta a que sea “incondicional”.
