El Gobierno nacional define con las regiones un acuerdo sobre los comercios donde no se podrá entrar a partir del 1 de febrero sin tener al menos el green pass básico. Todavía faltan algunos detalles por resolver, pero la línea es firme. El pase sanitario se pedirá hasta para ir a comprar tabaco.
Según publica la Repubblica, después de días de negociaciones entre el Ministerio de la Función Pública que encabeza Renato Brunetta y el de Desarrollo Económico que encabeza Giancarlo Giorgetti, la lista está lista.
Solo falta que el primer ministro Mario Draghi firme el decreto.
Para poder ingresar a las tiendas, alcanzará con el Green Pass básico: hisopado antigénico negativo (válido por 48 horas) o molecular (válido por 72 horas)
Tiendas de comida
No se necesitará la certificación verde para comprar comestibles tanto en tiendas minoristas como en supermercados. Lo mismo sucede con todos los omercios de venta de alimentos y bebidas congelados, pescaderías y productos cárnicos.
Mercados al aire libre
Tampoco pedirán green pass por el momento.
Medicamentos y cosméticos
En farmacias y parafarmacias no es necesario mostrar el pase verde. Las ópticas también están en la lista de los comercios que han obtenido la exención. Por otro lado, quedan excluidas las tiendas que venden cosméticos, a las que solo se puede acceder mostrando el certificado.
Puestos de diarios no, librerías sí
No hay que exhibir el certificado básico para la compra de diarios y publicaciones periódicas en quioscos al aire libre, mientras que sí será necesario para hacerlo en tiendas cerradas que venden diarios o artículos de papelería.
Estancos
Para el estanco será necesario el pase verde básico. El Gobierno cree que no pueden incluirse en la lista de comercios exentos porque los artículos a la venta no se encuentran entre los “esenciales para el cuidado personal”, pero también porque en muchos de estos comercios hay máquinas tragamonedas y otros dispositivos para el juego.
Recientemente, el Gobierno había impuesto la obligatoriedad del Green Pass para el transporte público urbano y el uso de mascarillas FFP2, más eficaces que los cubrebocas quirúrgicos contra las partículas contagiosas.
