Francesco Spagnesi, de 40 años, párroco en Prato, está acusado de organizar orgías y comprar drogas con el dinero de sus feligreses.
El párroco de la iglesia de la Annunciazione alla Castellina de esa ciudad toscana enfrenta cargos por tráfico de drogas, malversación de fondos y lesiones.
Según los investigadores, el sacerdote llevaba adelante una “doble vida”. Por un lado, la de párroco y activo miembro de la iglesia de Prato. Por el otro, las orgías y las drogas, para las que utilizaba dinero de la propia Iglesia.
El sacerdote es portador de VIH y se lo acusa de no habérselo avisado a sus parejas sexuales
El propio obispo de Prato, Giovanni Nerbini, comenzó las investigaciones, que derivaron en su suspensión y posterior detención. El prelado manifestó su “dolor y consternación” ante el hecho, aunque reconoció que sabía de “un fuerte estado de sufrimiento físico y psicológico del sacerdote”. “Nadie podría haber imaginado que tuviera problemas de drogadicción”, aclaró.
Las orgías
Una vez detenido, el propio sacerdote confesó ante la Fiscalía, aportando información a la investigación. Sin embargo, negó que no informaba que tiene VIH y que no usara protección. Pero hay unos 15 testigos que lo desmienten, por lo que la acusación también avanza sobre el delito de lesiones graves.
Cada semana o diez días, el sacerdote organizaba estos encuentros, en los que participaban regularmente entre 20 y 30 personas. Las fiestas sexuales se producían al menos desde 2019, cuando comenzó a traer drogas desde los Países Bajos.
En un principio, utilizó el dinero de la parroquia para sus pagos. Llegó a utilizar 40.000 euros en un mes. Una vez que sus movimientos fueron detectados, comenzó a pedirles dinero a los feligreses. Decía que era para ayudar a familias necesitadas.