Quienes viajen fuera de Italia y dentro de la Unión Europea deberán realizarse una prueba antes de salir, hacer cinco días de aislamiento al llegar y un nuevo testeo.
Estas son las condiciones que impuso el Gobierno frente a los viajes de la Semana Santa. Las medidas estarán vigentes hasta martes 6 de abril, luego del Lunes de Pascua.
La norma, firmada por el Ministerio de Sanidad, indica que la cuarentena se realizará independientemente del resultado del testeo. Desde la cartera que conduce Roberto Speranza recuerdan que la cuarentena ya estaba vigente para vuelos procedentes de países extra Unión Europea.
Estas restricciones salen al cruce de los cuestionamientos para el turismo al exterior. Es que, mientras están cerrados los desplazamientos internos, los italianos pueden trasladarse a otros países.
“Lo que pedimos es quedarse en casa y no moverse”, zanjó el canciller, Luigi Di Maio. Las normas italianas “están dentro de las reglas de Movilidad europea, pero no recomendamos en absoluto ir al extranjero, al contrario, no recomendamos desplazarse”.
Los hoteleros de Federalberghi cuestionaron, sin embargo, los límites internos. “Hay una ley que prohíbe moverse desde el propio municipio y entre regiones, pero es posible salir al exterior. La gente está harta de los cierres, es lógico que opten por ir donde hay restaurantes, parques, playas abiertas”, lanzó el presidente del colectivo, Bernabò Bocca.
En la misma línea, el presidente regional de Emilia Romagna, Stefano Bonaccini, señaló: “No puedes encontrarte con tus seres queridos, quizás a unos pocos kilómetros de distancia, pero ¿es posible tomar un avión y volar a miles de kilómetros por placer?”.
El dirigente del Partido Democrático calificó la decisión como “una contradicción que también penaliza a todos los turoperadores y hoteleros que llevan muchos meses lidiando con grandes pérdidas”