Los alcaldes habían avisado claramente a la población que no debía desplazarse durante el fin de semana de Pascua y que se mantenía la cuarentena absoluta por coronavirus. Sin embargo se registró un insólito éxodo y hubo decenas de sanciones a automovilistas.
“Hasta ahora los romanos se han portado muy bien. Roma está desierta porque todos están en casa. Pero quizás alguien con el buen tiempo en Pascua puede pensar irse a hacer una excursión o desplazarse a la segunda casa“, había advertido el viernes la alcaldesa de la capital, Virginia Raggi.
Su pronóstico no falló. “Por esto hemos reforzado todos los controles. Tenemos que quedarnos en casa porque los resultados están bajo los ojos de todos”, agregó.
Lo mismo había dicho el comandante de la Policía de Roma Capital, Antonio Di Maggio: “En este fin de semana tendremos un empeño muy fuerte, buscaremos monitorear aún más la ciudad, los controles serán aumentados”.
A pesar de todos estos avisos, una gran masa de romanos ha afluido a las calles que conectan la ciudad con las localidades cercanas, como Fregene, Pratica di Mare, Torvajanica, Pomezia, Ardea.
El GRA, el gran cinturón de ronda que rodea la ciudad, la via Pontina y otras arterias importantes se han llenado de coches, como en cualquier periódo de Pascua, como si no hubiese ningún coronavirus.
Los vídeos de las colas de coches han girado en las redes sociales, haciendo indignar a muchos, sobre todo a quienes trabajan en el sector sanitario
La Policía de tránsito, la Policía local y los Carabineros han parado vehículos al azar, haciendo regresar a sus casas a los que no tenían derecho a desplazarse y labrando actas.
Estas minivacaciones de Pascua ilícitas algunos romanos las han pagado muy caras y habrá que ver el verdadero costo que tendrá para la sociedad toda.
