En la reunión que tuvo lugar el 25 de junio en París entre las partes interesadas a los proyectos transfronterizos TEN-T, participó también la coordinadora europea para el Corredor Mediterráneo, Iveta Radicova, que invitó Italia y Francia a llevar adelante el proyecto según los acuerdos “al fin de aportar una contribución para superar los retos ambientales comunes”.
La Unión Europea llevará los financiamientos para el Tren de Alta Velocidad (TAV) Turín-Lyon hasta el 50%, más un 5% debido al hecho de que el proyecto es gestionado por un promotor público italo-francés.
Tent aseguró su compromiso de averiguar la voluntad de los dos gobiernos interesados antes de enviar las alegaciones de concurso.
En la reunión estuvieron presentes también el asesor a los transportes, Marco Gabusi, y, por primera vez, el presidente de la región Piemonte, Alberto Cirio, que, por su lado, confirmó el apoyo de la región para el cumplimiento de las obras. Él habló de “una obra estratégica para Italia y Europa”.
De opinión diferente el ministro de Transportes, Danilo Toninelli, que a lado de la ceremonia para el comienzo de las obras del viaducto del Polcevera en Génova , declaró que el dossier sobre Tav se encuentra el la mesa del presidente del Consejo Giuseppe Conte, que deberá tratar con el premier francés y con la Comisión Europea.
El ministro dijo que el tercer paso “es una obra que ha sido definida negativa desde un punto de vista económico” por parte de técnicos, y que el dinero podría ser empleado de forma mejor, por ejemplo en Génova y en toda Italia para arreglar puentes y carreteras.