Italia se ve sacudida por el primer paro del transporte público en lo que va del año, con la interrupción de bus, tranvías y metro durante 24 horas.
La medida, proclamada por diversas siglas sindicales, refleja las demandas de aumentos salariales dignos, mejores condiciones laborales, el bloqueo de privatizaciones, y la garantía de salud y seguridad en el ámbito laboral.
Las organizaciones sindicales líderes detrás de esta protesta son Usb, Cobas Lavoro Privato, Cub Trasporti, Adl, Sgb, y diversas asociaciones laborales Cobas y Orsa. Han organizado un presidio frente al Ministerio de Transporte, así como en otras ciudades del país.
La huelga se desplegará de manera específica en diferentes ciudades y regiones, coordinando los horarios de interrupción para maximizar el impacto.
Entre las ciudades afectadas se encuentran Turín, Mián, Bologna, Ferrara, Toscana, las Marcas, Lazio, Campania, Basilicata, Puglia, Calabria y Sicilia.
En Turín, el servicio urbano, suburbano y de metro, junto con los centros de atención al cliente, se verá interrumpido en distintos horarios a lo largo del día.
De manera similar, Milán experimentará interrupciones en diferentes franjas horarias. Bologna y Ferrara afectarán el movimiento y las taquillas, especialmente durante las horas pico.
Las interrupciones se extenderán por varias regiones, abarcando desde Toscana hasta Sicilia, con horarios específicos para cada área.
Esta huelga busca presionar a las autoridades y a los empleadores para abordar las preocupaciones fundamentales de los trabajadores del transporte público.
La respuesta de las autoridades y la percepción pública sobre estas demandas determinarán el rumbo de futuras negociaciones y acciones sindicales en el país.