Sin nombrar a la primer ministro Giorgia Meloni, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) criticó con dureza la retención de los migrantes durante 18 meses, una de las medidas implementadas por el Gobierno.
Se trata, para la OIM, de una decisión “muy dura para personas que no han cometido delitos” y “completamente inútil”. Así lo consideró Flavio di Giacomo, portavoz de la OIM para el Mediterráneo Central.
“La detención durante 18 meses ya se implementó hace diez años en Italia y se demostró inútil“, señaló el funcionario. Según él, reimplantarla es “inexplicable” y “muy costoso para las arcas del Estado”. “No conduce a ningún efecto práctico”, insistió.
El portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones consideró que la única justificación sería pensar que tenga “efectos disuasorios“. Sin embargo, opinó que “no hay ningún efecto llamada en las personas que han llegado este año”, pues “huyen porque sus vidas están en peligro“.
Di Giacomo además consideró que las cifras de este año no son tan sorprendentes. “La cifra de llegadas es de 127.000, pero ni siquiera son tantos, es un número muy similar a los 115.000 que llegaron en 2015, 2016 a Italia”, indicó a EFE. Y lo comparó con las 850.000 que llegaron a Grecia en 2015.
Pero si puntualizó en la situación de Lampedusa. Aunque el número sea similar al de algunos años anteriores, en aquellos momentos solo un 8% llegó a la isla; esta vez, es un 70%. “No se puede hablar de en términos numéricos de una emergencia para Italia, para Europa, pero sí es para esta isla que es demasiado pequeña”, indicó.
