En el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco reunió a 1,5 millones de jóvenes y aprovechó para volver a marcar la “tolerancia cero” con los abusos sexuales. Una joven asegura que la presencia del Papa en Portugal coincidió con un supuesto milagro.
El cierre de la JMJ, este domingo 6, fue la oportunidad perfecta para que Francisco se encontrara con la enorme multitud de fieles que se congregaron en Portugal. Los organizadores calculan que había 1,5 millones de personas. Un verdadero baño de masas para el Papa en Portugal.
Por su parte, el pontífice calificó como “peste” a los abusos sexuales que han realizado miembros del clero y remarcó la “tolerancia cero” con esos casos. Quienes estén involucrados “tendrán que hacerse cargo de ello”, agregó.
El Papa en Portugal aprovechó para reunirse con algunas víctimas de abusos. Como explicó AhoraRoma.com, el tema ha sido muy delicado en el país ibérico, debido a la negación sistemática del clero luso a abordar el problema. “Me hace bien escuchar a las víctimas porque hace que me haga cargo de este drama”, indicó Francisco.
Asimismo, el papa Francisco aprovechó para volver a extender sus brazos a los homosexuales. La Iglesia “está abierta a todos, también a los homosexuales”, señaló el papa, ya en el vuelo de regreso a Italia. Asimismo, volvió a calificar como “criminal” la situación de los migrantes que llegan desde el norte de África a Europa. “El Mediterráneo es un cementerio pero el mayor cementerio es el norte de África”.
¿Milagro con el papa en Portugal?
Una joven española de 16 años asegura haber recuperado la vista durante la Jornada Mundial de la Juventud. Según explicó, fue a la JMJ con un grupo del Opus Dei, con quienes rezó una Novena a la Virgen de las Nieves, cuya festividad es el 5 de agosto.
“Como justo coincidía con la JMJ, le pedimos a todos los jóvenes que pidieran por mi curación y hoy veo perfectamente. No sé cómo explicarlo”, señaló.
“Demos gracias a Dios, luego tendrán que valorar los médicos si se podía curar, no se podía curar. Pero para la chica eso ha sido un gran evento, digamos milagro. No le daría ni más elocuencia ni menos elocuencia, es un dato bonito”, valoró el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia episcopal española, Juan José Omella.
