Según la policía alemana, un grupo de ladrones forzó una vitrina y robó la cruz pectoral de Benedicto XVI. Su valor es “incalculable”, según la policía local.
El hecho sucedió en la Iglesia de San Osvaldo, en Traunstein, Baviera. Se trata de la pequeña localidad de 18.000 habitantes donde el papa Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre, vivió parte de su niñez y adolescencia. Incluso dio su primera misa como sacerdote en esa iglesia.
Por ese valor sentimental, el pontífice legó a esa iglesia su cruz, que era exhibida en una vitrina. Los criminales también robaron dinero de un puesto de venta de revistas ubicado en la iglesia, según confirmó la policía bavara.
Según las primeras investigaciones, el robo de la cruz pectoral de Benedicto XVI ocurrió el lunes 19 entre las 11.45 y las 17.00. Traunstein, que honra permanentemente al papa como un hijo predilecto de la ciudad, está conmocionada por el robo.
“No podemos descartar la posibilidad de que se trate de un acto” organizado, señaló la policía. Más allá del valor económico, la fuerza de seguridad consideró que “el daño inmaterial a la Iglesia católica es obviamente enorme”.
Joseph Ratzinger vivió en Traunstein desde los 10 años, junto a su familia. Allí se formó como sacerdote, en un seminario, e incluso ofició misa. En alguna ocasión se refirió al sitio como “un verdadero hogar”.
