Los presidentes Miguel Díaz-Canel y Luis Inazio Lula Da Silva visitan Roma y el Vaticano, para ver autoridades nacionales y al Papa Francisco.
El mandatario cubano se reunió con el pontífice este martes 20 en el Vaticano. “Abordamos la realidad cubana actual, en particular el severo impacto en nuestra población del bloqueo económico recrudecido. Agradecí sus muestras de cercanía y aliento en favor de nuestro país”, señaló el sucesor de Raúl Castro a través de Twitter.
Muy grato reencuentro hoy con Su Santidad el Papa Francisco, a quien transmití el profundo cariño y deseos de plena recuperación del pueblo cubano.
Fue una conversación franca. Confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad. pic.twitter.com/PZOmmbhtW1
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 20, 2023
Díaz-Canel también se reunió con el presidente de la República, Sergio Mattarella, que lo recibió en el Palacio del Quirinale. El jefe de Estado cubano no informó que se haya reunido con autoridades del Gobierno de Giorgia Meloni, aunque si publicó fotografías con empresarios, autoridades de la FAO y cubanos en Italia.
Provechoso encuentro sostuve también con el Presidente de la República Italiana, Sergio #Mattarella.
Destacamos interés común de continuar fortaleciendo el diálogo político de alto nivel y desarrollando los vínculos económicos, comerciales y la inversión. pic.twitter.com/oKgpHR1n69
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) June 20, 2023
Lula en Roma
Por su parte, el presidente de Brasil llegó este martes 20 a Roma. Según informó, el palacio de Planalto, Lula se reunirá este miércoles con Francisco y también con Mattarella. Según Brasilia, se trata de parte de los esfuerzos del mandatario por volver a “colocar a Brasil en el mundo”, luego de la presidencia de Jair Bolsonaro, quien tuvo (y tiene) fuertes vínculos con Italia.
El jefe de Estado de Brasil también aprovechó su visita para reunirse con el sociólogo Domenico De Masi, un intelectual muy vinculado a Brasil. El especialista se implicó especialmente en los cuestionamientos a los juicios a Lula y en la carrera del sindicalista por su tercer mandato en Brasilia.