Si bien el papa Francisco mejora luego de su operación en el hospital Gemelli de Roma, los médicos insisten en que debe reposar por lo que le indicaron que no celebre el tradicional ángelus de cada domingo con los fieles.
No habrá saludos desde el balcón del décimo piso del hospital ni desde la ventana de su habitación. Y ni siquiera un video o un audio para transmitir.
Será la primera vez que el Papa rezará en privado, ya que incluso durante el confinamiento más estricto del COVID-19, el sumo pontífice aparecía a través de una pantalla.
“El papa Francisco pasó el día entre el descanso y el trabajo, por la tarde recibió la eucaristía”, es la última actualización sobre el estado de salud del sumo pontífice difundida por la sala de prensa del Vaticano.
“Para el Papa los parámetros son regulares pero se necesitan esfuerzos mínimos y, en consecuencia, se le pidió que pospusiera la celebración del Ángelus”, indicó el cirujano Sergio Alfieri.
Los médicos y su asistente personal, el enfermero Massimiliano Strappetti, le pidieron hacer el menor esfuerzo posible para que la cicatrización se realice sin problemas.
Más allá de la estancia o no en el hospital, sobre la que el Papa decidirá día a día, todas las audiencias permanecen suspendidas hasta el 18 de junio, mientras que para el período siguiente todo está confirmado. Incluyendo los viajes internacionales en la agenda en agosto, a Portugal y Mongolia.
