“La única forma de arrepentimiento que tiene sentido es quitarme la vida”, fue lo que dijo el femicida Alessandro Impagnatiello, acusado de haber apuñalado a su pareja, Giulia Tramontano, con un embarazo de siete meses.
“El cantinero negó premeditación y dijo que lo hizo todo solo”, agregó el abogado del acusado.
El hombre de 30 años se encuentra detenido en la cárcel de San Vittore, luego de confesar ante los investigadores.
“Después de que me comí una piadina, Giulia fue a la cocina a preparar la cena y comenzó a cortar unos tomates. Yo estaba en el comedor. En ese momento Giulia reabrió la discusión diciéndome que la vida se le había vuelto pesada y que no podía vivir más”, describió el hombre.
En ese momento, golpeó a la joven con su hijo en el regazo con un cuchillo de cocina en el cuello. “La apuñalé dos veces en la garganta, trató de liberarse, pero no pudo, lo hizo débilmente. Ni siquiera gritó. Eran como las 8:30 pm, estaba en el suelo y pensé: ¿cómo me deshago del cuerpo? Así que la llevé al baño y le prendí fuego en la tina”, detalló.
“Giulia trató de defenderse moviéndose y retorciéndose, pero de manera débil. (…) No gritó”, agregó.
