Las gasolineras están cerradas en toda Italia durante 24 horas, y no 48 como estaba previsto, luego de una reunión con el Gobierno.
La medida de fuerza incluye a aquellas estaciones que son autoservicio. Continúa el debate por los subsidios, impuestos y precio final de los combustibles.
Desde las 19 horas en la red ordinaria y 22 en las autopistas, del 24 de enero hasta el jueves 25 de enero, con la misma diferenciación entre la red ordinaria y la autopista, nadie podrá cargar combustible en su auto en ningún punto del país.
Por este motivo, en las últimas horas se registraron enormes colas de automovilistas que buscan llenar sus tanques
Las organizaciones Faib, Fegica y Figisc-Anisa señalan que “el Gobierno, en lugar de abrirse a la confrontación sobre los verdaderos problemas del sector, sigue hablando de ‘transparencia’ y ‘zonas de sombra’ para ocultar sus responsabilidades y contaminar el debate, dejando entender las culpas de la especulaciones de los gasolineras que simplemente no existen”.
En los carteles que se han pegado en los distintos puntos de expedición, puede leerse que la protesta es “contra la vergonzosa campaña de difamación contra la categoría y las medidas ineficaces del Gobierno, que siguen penalizando solo a los gestores, sin proteger a los consumidores. Para evitar nuevos aumentos en el precio de los combustibles”.
Sin embargo, distintas organizaciones que defienden al consumidor habían iniciado acciones para que se levante la medida de fuerza
La Asociación Nacional de Usuarios de Servicios Públicos (Assoutenti) pidió a las prefecturas y al Garante de las huelgas que bloqueen la protesta, obligando a los distribuidores a permanecer abiertos: “El mal tiempo que se extiende en Italia y la alerta de nieve que afecta a varias regiones hacen que la huelga sea completamente inacable, independientemente de cualquier razón”.
Los carburantes han alcanzado precios muy elevados en las últimas semanas en Italia, donde el gasoil ha llegado a rondar los 2,5 euros por litro en algunas autopistas, según la denuncia de la mayor asociación de consumidores italiana, Codacons.
El Gobierno impuso ante esto a todas las gasolineras que expongan por ley el precio medio de los carburantes a nivel nacional.