El Gobierno autorizó tres desembarcos en puertos italianos. La acción rebaja la tensión con las ONG humanitarias.
Uno de los barcos, que estuvo involucrado en las polémicas de las últimas semanas, fue el Geo Barents, de Médicos Sin Fronteras (MSF). La embarcación lleva 248 inmigrantes, aunque ys evacuaron a un niño de 14 años y a una mujer que dio a luz a bordo y viajaba con otros cuatro niños.
Tambien recibió autorización el Humanity 1, de la organización alemana SOS Humanity, con 261 rescatados y la Louis Michel, con 33. Esta última nave, fue financiada por el artista urbano Banksy, y ya pudo entrar de madrugada en el puerto de Lampedusa.
A MSF le toca llegar al puerto de Salerno. Aunque tendrán que navegar 24 horas en condiciones meteorológicas complejas, la ONG lo ha calificado de “buena noticia”. Finalmente, la Humanity 1 podrá desembarcar en la ciudad de Bari, en Apulia.
Estas medidas contrastan con las que tomara el Gobierno de Giorgia Meloni en las últimas semanas. La rebaja de la tensión con las ONG se da en paralelo a la negociación por la distribución de migrantes y de una política migratoria común.
“Por parte de Italia nunca faltará una respuesta solidaria pero es preciso que se respeten las reglas, también por parte de las ONG”, decía en paralelo el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, desde la Cumbre Euromediterránea de Alicante (España).