la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió el informe anual sobre nuestro país, haciendo hincapié en que “la economía italiana se ha recuperado fuertemente del COVID-19” y que ahora “enfrenta desafíos importantes” con la energía como “una prioridad”.
“Revitalizar la tendencia de crecimiento es esencial para fortalecer las cuentas públicas con el fin de cumplir los objetivos sociales y climáticos”, señala el FMI.
Se espera que el crecimiento italiano se desacelere después de la guerra entre Rusia y la OTAN en Ucrania, el endurecimiento de la política monetaria, los cuellos de botella en las cadenas de producción y la alta inflación.
El FMI espera un crecimiento del 3% este año y del 0,7% a continuación, con una inflación esperada del 6,7% en 2022
“La incertidumbre sobre estas previsiones es alta y los riesgos a la baja podrían materializarse y pesar sobre las perspectivas, complicando la reducción de la deuda pública”, señala el organismo internacional.
El FMI recomienda “aumentar la productividad, la inversión y el potencial de crecimiento, pero también acelerar la transición verde. La implementación eficiente de la inversión pública y el impulso de las reformas serán esenciales para el éxito”.