Luego de la escasa victoria en el Senado, el primer ministro Mario Draghi dio un brevísimo discurso en la Cámara de Diputados para despedirse.
“Iré al Quirinale a comunicar mis decisiones”, lanzó el premier, en su breve discurso. Pidió que se suspenda la sesión que iba a votar la cofianza al Gobierno, lo cual se realizó.
“A la luz de la votación expresada anoche por el Senado de la República, solicito que se suspenda la sesión porque voy a comunicarle mis decisiones al Presidente de la República”, indicó el hasta ahora presidente del Consejo de Ministros.
“Gracias por el trabajo realizado en este tiempo”, saludó
Incluso se permitió bromear. Visiblemente emocionado por el aplauso de la Cámara, lanzó: “a veces se utiliza el corazón de los banqueros centrales”.
El primer ministro se trasladó luego al Palacio del Quirinale, donde lo esperaba el presidente de la República, Sergio Mattarella. Si no hay un giro inesperado, el jefe del Estado debería comenzar el proceso para convocar elecciones.
El primer paso sería llamar a los presidentes de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, y del Senado, Elisabetta Casellati. Comprobada la ausencia de mayorías, debería disponer la disolución de las cámaras y la convocatoria electoral.
Aunque la política italiana conoce de giros de guión y cambios de último momento, los tiempos constitucionales y legales permiten calcular que las elecciones políticas serían hacia finales de septiembre o, más probablemente, principios de octubre.
