La peor sequía de los últimos 70 años continúa golpeando a Italia, por lo que el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, firmó una ordenanza para cerrar las grandes fuentes de agua y dejar activas solo aquellas pequeñas que sirven para beber y regar, ya que continúa la ola de calor extremo.
Además, Sala invita a los ciudadanos “a minimizar el uso de agua potable tanto para uso doméstico como para regar céspedes, jardines privados y terrazas y patios limpios”.
En tanto, la región de Lombardía decretó un estado de emergencia hídrica hasta el 30 de septiembre
En Milán también se decidió “la suspensión del riego por pulverización de césped y áreas verdes, excepto el riego por goteo que afecta a las nuevas plantas arbóreas” que debe preservarse.
El presidente de Lombardía, Attilio Fontana, firmó el 24 de junio el estado de emergencia hídrica regional debido a la grave situación de déficit hídrico que afecta la zona.
“Debo recomendar a todos los lombardos que usen el agua potable con moderación y con cuidado”, enfatizó el gobernador.
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“El estado de alarma autonómico proporciona a los alcaldes de los municipios lombardos un esquema de ordenanza sobre ahorro de agua a adoptar en función de los efectos de la sequía en sus respectivos territorios”, explicó.
Además, solicitó a la Presidencia del Consejo de Ministros la habilitación de una sala de control permanente para el seguimiento de la crisis del agua a nivel nacional y la preparación de acciones encaminadas a atender adecuadamente la situación de emergencia.