Un gol de Zaniolo a la media hora del primer tiempo permitió a la Roma de derrotar a los del Feyenord y adjudicarse la final de la Conference League.
Se trata de una nueva competición continental a la qual el equipo de la capital accedió gracias a su clasificación como séptima en la liga italiana del año pasado
Una concuista no precisamente prestigiosa, en fin, que pero, tras una década sin triunfos de representantes italianas en Europa y seis del últimos laureles de la Roma en el continente, fue celebrada por los hinchas justamente como casi irepetible. Los 11 de Mourinho, como de costumbre, no ofrecieron un juego espectacular. Fue más bien el conjunto de Rotterdam que puso a la prueba el arquero adversario.
Rui Patricio, el extremo romanista, en dos ocasiones solo salvó su puerta gracias a los palos. Emociones concentradas en el arranque del segundo tiempo, que, entre ostruzionismos de la Roma y escasa calidad de los contrincantes, acabó sin registrar otras ocasiones digna de relevo.
Josè Mourinho, celebrando la victoria, debida sobre todo a un error adversario, como de costumbre ofreció a la prensa bastante material para los titulares. Declaró llorando que el equipo acababa de escribir la historia y que ama la Roma más de sus equipos previos.
La copa levantada por el capitán de la Roma, Lorenzo Pellegrino, fue el primer trofeo ganado por un equipo italiano de propriedad estadounidense.
Justo hace una semana por primera vez un equipo de propriedad estadounidense había ganado la liga italiana: Juventus. Quizás una nueva temporada va abriendose camino en el futból italiano.