El canciller Luigi Di Maio anunció el regreso de la delegación diplomática italiana a la capital de Ucrania. La Embajada en Kiev había cerrado al comienzo de la guerra.
El embajador Francesco Zazo, que se trasladó a Leópolis, en el oeste del país, será el encargado de poner a funcionar de nuevo la sede.
“Fuimos los últimos en irnos de Kiev y seremos de los primeros en regresar”, aseguró Di Maio
Para el canciller se trata de “otro gesto de apoyo al pueblo ucraniano, una forma concreta de afirmar que debe prevalecer la diplomacia”.
“En los próximos días se realizarán todos los controles necesarios para el traslado a Kiev, todo deben condiciones de seguridad y en coordinación con otros socios europeos”, amplió
“La paz es el único objetivo que tenemos como Italia, como país de la UE y como miembros de la OTAN para llegar a la conclusión de un conflicto que ya ha causado la muerte de 170 niños”, indicó.
Según el titular de la Farnesina, la prioridad es “intensificar la presión diplomática para llevar a Vladimir Putin a la mesa de mediación y mientras tanto llegar a un alto el fuego”. “No hay otra solución que la política”, subrayó.
“Tenemos un canal abierto con ambas partes en conflicto y continuamos apoyando a Turquía en el esfuerzo diplomático para lograr la paz”, lanzó.
Según Di Maio, esperan poder reabrir la embajada en Kiev para después de Semana Santa.
