El cardenal Angelo Becciu y otras nueve personas tendrán que responder por malversación de bienes. Entre los acusados que serán investigados en este juicio en el Vaticano está Cecilia Marogna, tildada por la prensa como “la dama del cardenal”.
El escándalo comenzó a mediados de septiembre de 2020, cuando se denunció la participación del entonces Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos en operaciones inmobiliarias sospechadas de corrupción.
Becciu está acusado de peculado, abuso de poder y soborno
El papa Francisco decidió exonerar de sus cargos a Becciu en septiembre de 2020. Dos años antes había creado cardenal al prelado, que llegó a ser sustituto de la Secretaría de Estado en tiempos del cardenal Tarcisio Bertone.
Según la Santa Sede, la investigación que llevó a este juicio reveló “una vasta red de relaciones con operadores de los mercados financieros que han generado consistentes pérdidas para las finanzas vaticanas, habiendo utilizado también recursos destinados a las obras de caridad personal del Santo Padre”.
El caso salió a la luz por una operación inmobiliaria en Londres, donde Becciu adquirió un edificio y, con la investigación en marcha porque la operación inmobiliaria tenía serios problemas, intentó que otros lo recompraran. Habría al menos 200 millones de euros del Vaticano en juego.
La acusación sostiene que se usaron “fondos recibidos para actividades benéficas, por su naturaleza no susceptibles de ser usados por fines especulativos, para operaciones de elevadísimo riesgo financiero”. Además, habrían tenido fines “ciertamente incompatibles con los de los originarios donantes”.
El cardenal clama por su inocencia. En un comunicado de sus abogados afirma “la absoluta falsedad de las acusaciones”. Además, denuncia “las tramas oscuras que evidentemente las han sostenido y alimentado”.
“La dama del Cardenal”, a juicio en el Vaticano
Como informó AhoraRoma, Cecilia Morogna, una mujer sarda de 39 años, también está acusada por esta trama. Según las investigaciones, habría recibido más de 500.000 euros para supuestas operaciones de inteligencia. Pero lo gastó en muebles y joyas.
Conocida como “la dama del Cardenal”, por su cercanía a Becciu, fue apresada en Milán en octubre pasado. Negó explícitamente ser amante del prelado, mientras que el sacerdote la presentaba como su sobrina dentro de la Mura vaticana.
Aunque recibió los fondos a través de compañías en el exterior, ratificó que es “experta en diplomacia” y su rol era tejer “relaciones diplomáticas para ayudar a la Iglesia en territorios difíciles”.
