Paolo Gabriele, exmayordomo de Benedicto XVI, tenía 54 años. Fue el responsable de los “Vatileaks” en 2012, cuando trabajaba con el entonces Papa y reveló documentos que mostraban corrupción e irregularidades en la Santa Sede.
Gabriele fue apresado y sentenciado por la Justicia vaticana cuando se desató el escándalo. En su defensa, dijo que le había entregado los documentos al periodista Gianluigi Nuzzi en apoyo al Papa.
En su opinión, Benedicto XVI no estaba enterado de “la maldad y la corrupción” en la Santa Sede y publicar esos documentos permitiría que la Iglesia volviera “a la virtud”.
Aunque recibió una condena a 18 meses de cárcel, el pontífice lo indultó en la Navidad de 2012. Sin embargo, debió abandonar la Santa Sede y pasó a trabajar al Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma. Gabriele estaba casado y tenía tres hijos.
El entonces pontífice renunciaría meses después, en febrero de 2013. Hoy ya es el papa más longevo de la historia, con más de 93 años. En aquel momento se convocó el cónclave que depositó a Francisco en el trono de Pedro.
