La región, la más afectada en la primera oleada del coronavirus, consiguió la autorización del Gobierno para limitar los movimientos de 23 a 5 h.
El presidente regional, Attilio Fontana, también solicitó a Roma que los fines de semana cierren los comercios medianos y grandes, salvo en los de primera necesidad, como los supermercados.
Para el gobernador, el riesgo es que “a fin de mes la situación se convierta en un desafío”
Desde la capital, el ministro de Salud, Roberto Speranza, ya señaló su conformidad con los pedidos de la región más poblada del país. “Estamos de acuerdo con el pedido de medidas más restrictivas para Lombardía”, señaló.
Durante la noche, sólo podrán trasladarse quienes deban hacerlo por motivos de salud, trabajo o “necesidad demostrada”.
Antes de trasladar el pedido a Roma, la región ya tenía el apoyo de los alcaldes de las capitales lombardas, y de la oposición en el parlamento local.
Fontana agregó que la medida también tiene una dimensión “simbólica”. “Buscamos reprimir una de las causas de contagio, que son las fiestas, los encuentros las reuniones en las plazas”, indicó.
