El 1 de julio vuelven los viajeros internacionales a la Unión Europea, pero de forma muy limitada. Estados Unidos, Rusia y casi toda América Latina quedaron excluidos y aún no son recibidos.
La disposición comunitaria incluye un sólo país latinoamericano, Uruguay. Además, permite la entrada desde China, pero sólo si Beijing acepta el tránsito recíproco.
La medida también autoriza a tres países del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez), dos de los Balcanes (Serbia y Montenegro), además de Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Tailandia, Georgia y Ruanda.
Cada estado miembro puede no incluir a alguno de estos países si no abren también sus fronteras con ellos
La medida se tomó en base a criterios epidemiológicos, vinculados a la evolución del coronavirus en cada país. Sin embargo, el listado se revisará de forma quincenal, en función del avance de la pandemia.
En este marco regulatorio, San Marino y el Vaticano no tendrán ningún impedimento para su movimiento, ya que se los considerará como si fueran estados europeos. Igual trato recibirán Andorra y Mónaco.
Para el resto de los países, solo se permitirá el acceso de los pasajeros con ciudadanía o residentes en la UE. También se contemplarán viajeros con función o necesidades esenciales, como expertos médicos, especialistas en salud, personal de transporte y estudiantes.