Aunque los contagios de COVID-19 parece que empiezan a disminuir, sigue la situación de emergencia, sobre todo en los hospitales, y el ministro de la Sanidad, Roberto Speranza, ha anunciado que las medidas de restricción quedarán activas por lo menos hasta el 13 de abril.
En este escenario, una de las peores causas de dificultad es la falta de mascarillas aun para el personal sanitario. El 1 de abril, el presidente de la Federación de la Orden de los médicos, Filippo Anelli, ha acusado: “Las mascarillas recibidas en el día de ayer por las Órdenes de los médicos provinciales, por parte de la Protección Civil, alrededor de 600.000 piezas, no están autorizadas para el uso sanitario”.
Anelli ha enviado una circular a las Órdenes regionales para invitar a “suspender de inmediato la distribución y el uso de lo recibido, informando médicos y estructuras que ya fueran en posesión”.

Otra causa de dificultad es la falta de fármacos, como explican en una declaración conjunta el secretario general, Pina Onotri, y el presidente nacional del Sindicato médicos italianos, Ludovico Abbaticchio.
“Estamos delante de una grave falta de fármacos como la hidroxicloroquina y de cilindros de oxígeno para la terapia de los pacientes afectados por COVID-19”, denuncian ambos.
Y añaden: “La hidroxicloroquina falta en muchas farmacias y en los depósitos de los grandes distribuidores de los medicinales, a pesar de la nota de la Agencia Italiana del Fármaco, Aifa, que establece las recomendaciones para su prescripción también a los pacientes en cura en sus casas”.
Por lo tanto Onotri y Abbaticchio piden al Gobierno que asegure “una producción suficiente de hidroxicloroquina; los médicos de medicina general no pueden arriesgar de iniciar con las prescripciones y no tener el fármaco disponible. Por el oxígeno, en vez, hay necesidad de una campaña de sensibilización de la población para que, en tiempos breves sean devueltos los cilindros vacíos, no dejándolos en casa”.
