Luego de dos semanas de ensueño, este viernes llegó el partido más importante de la historia de Matteo Berrettini. No sólo porque hizo historia para el tenis italiano metiéndose en la semifinal de un Grand Slam después de 42 años, sino que además enfrente tenía ni más ni menos que a Rafael Nadal, el número 2 del mundo y uno de los mejores tenistas no sólo de la actualidad sino también de la historia.
Berrettini llegó a esta instancia luego de eliminar a Richard Gasquet en primera ronda (6-4, 6-3, 2-6 y 6-2), a Thompson en segunda (7-5, 7-6, 4-6, 6-1), a Popyrin (6-4, 6-4, 6-7 y 7-6), a Rublev (6-1, 6-4 y 7-6) y, el miércoles, a Gael Monfils (3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 7-6).
El primer set comenzó cuesta arriba para el italiano ya que, en su primer juego de saque (luego de que Nadal mantuviera el suyo con facilidad) ya debió levantar dos break points para llegar al costoso 1-1.
A partir de allí cada uno mantuvo su saque sin sobresaltos hasta el octavo game, donde el mallorquín volvió a contar con otras tres chances para vulnerar el saque de Berrettini, pero nuevamente pudo salir adelante y salvar su servicio para el 4-4.
Y, a su turno siguiente de saque, cuando ya no había más margen para el error, nuevamente Nadal contó con una chance de quebrar (y de quedarse con el set) pero nuevamente se quedó con las ganas y el parcial continuó su marcha pareja hasta el tie break.
Allí, el romano arrancó con un mini break y se puso rápidamente 4-0 arriba para luego suministrar la ventaja hasta el 6-4, donde contó con dos set points que no pudo capitalizar y, para colmo, tuvo que soportar la furia de ‘Rafa’, que metió cuatro puntos al hilo y se llevó el tie break por 8-6 para quedarse el set por 7-6 en una hora y 16 minutos de juego.
En la segunda manga las cosas volvieron a arrancar complicadas para el italiano, que nuevamente afrontó dos break point con su saque, aunque los logró revertir y se puso 1-0 arriba. Y, en el tercer game la historia se repitió, aunque esta vez Berrettini sólo debió salvar un punto de quiebre para ponerse 2-1 arriba.
Sin embargo, en el séptimo juego, el mallorquín por fin pudo aprovechar una de sus tantas chances y se quedó con el saque de Berrettini para ponerse 4-3 y servicio. A partir de allí, cada uno mantuvo su saque sin inconvenientes y, así, Nadal se quedó con el set por 6-4 en 51 minutos.
En el tercer parcial el italiano sintió el golpe de lo ocurrido y el mallorquín aprovechó para pegar de entrada y quebrar el servicio en el primer juego para ponerse 1-0 y saque.
Luego, en el quinto game, Nadal volvió a tener un triple break point a favor y, aunque Berrettini lo levantó de gran manera, en la cuarta chance el español no perdonó y empezó a liquidar el encuentro con un doble quiebre de ventaja: 4-1 y servicio. Algo que se confirmó sólo unos minutos después ya que Rafa mantuvo sin problemas su saque y volvió a quebrar para quedarse con el parcial por 6-1 en 32 minutos.
Así, Nadal se impuso en 2 horas y 39 minutos de juego por 7-6 (6), 6-4 y 6-1 y así se metió en una nueva final de Grand Slam en su exitosa carrera, la cual será el domingo ante el ruso Daniil Medvedev, vencedor del búlgaro Dimitrov.