Uno de los impuestos que hace tiempo buscan abolir las administraciones es que grava la compra de un auto. Desde Silvio Berlusconi a esta parte, todas lo intentaron pero ninguna lo hizo.
Ahora, quien volvió a poner el tema sobre la mesa es el vicepremier Luigi Di Maio, quien en una entrevista con la Rai, sostuvo que “dado que los patentamientos vienen disminuyendo, podría comenzar a eliminarse este impuesto odioso“.
“La idea es una reducción sustancial del sello de una abolición real, para la cual de aquí a fin de año debemos reunir recursos”
Cómo está conformado el impuesto
El impuesto al auto nuevo por comprar se calcula a partir del nivel de contaminación que genera, la región de residencia del propietario y la potencia del motor. Este sello es una tasa que va a las arcas de cada región.
¿Sacar de un lado para aumentar en otro?
Que el Estado no le permita a las distintas regiones cobrar el impuesto (el cual va a salud, educación, etc.), es un tema delicado, dado que deberían garantizarles ese ingreso, ya sea proveniente de un nuevo gravamen en otro sector, un aumento a uno ya existente o por mayores aportes desde el Estado.
Sobre este tema impositivo, el Tribunal Constitucional ya dictaminó que las regiones tienen un margen de autonomía en este tema, siempre que no lleven la carga fiscal más allá de la legislación.
