El 1 de julio la comandante de la Sea Watch 3, Carola Rackete, llegó por la mañana al puerto de Agrigento donde fue recibida entre aplausos, fue sometida a interrogatorio por el hecho de haber forzado el bloqueo de la Policía Financiera, con cuya patrullera tuvo un accidente. Ella afirmó que creía que la lancha patrullera se moviera y no quería chocar a la que llevaba a los cuatro militares italianos.
Según cuanto referido por el fiscal adjunto Salvatore Vella, la comandante se quedará en arresto domiciliario en una casa de Agrigento y, en pocos días podría recobrar la libertad después de la aplicación del decreto de expulsión de Italia.
Vella, su jefe, el fiscal Luigi Patronaggio, y el público ministerio Gloria Andreoli pidieron la convalidación del arresto por resistencia a funcionario público, resistencia o violencia contra nave de guerra y navegación en zonas vedadas. Además pidieron la aplicación de la prohibición de morada en la provincia de Agrigento.
El fiscal Patronaggio, después de la audiencia de convalidación del arresto, afirmó que la comandante de Sea Watch 3 “no actuó en estado de necesidad. Hemos procedido al arresto porque, en nuestro juicio, no estaba obligada a entrar en el puerto violando el alto de la Policía financiera”.
Por la tarde, en una rueda de prensa, añadió: “En nuestro parecer la medida cautelar de la prohibición de morada está conmensurada al hecho”.
Además explicó que el fiscal adjunto Salvatore Vella “ha efectuado un registro a bordo de la Sea Watch 3 para adquirir material probatorio sobre eventuales contactos entre los traficantes libios y los componentes de la Sea Watch”, material protegido por secreto de investigación. Los fiscales del pool anti-inmigración en los próximos días escucharán a la comandante en relación a la acusación de encubrimiento de la inmigración clandestina.