Han pasado más de nueve años desde que Stefano Cucchi, de 32 años, murió en el Hospital Sandro Pertini con evidencias de una terrible golpiza y en circunstancias confusas, a una semana de haber sido sido arrestado por los carabineros de la estación Apia, acusado del cargo de posesión de drogas.
El proceso de investigación ha tenido diferentes giros inesperados, hasta el día de hoy, en el que la Fiscalía de Roma abrió formalmente el pedido de proceso de 8 agentes del cuerpo de Carabineros, incluido el General Alessandro Casarsa, quien fuera comandante del grupo Roma cuando ocurrieron los hechos.
El proceso se basaría en los varios despistes en los que cayó repetidamente la investigación por la muerte del joven. La acusación, encabezada por los jueces Musaró y Pignatone, pide confirmar los delitos de falso ideológico, omisión de denuncia, favorecimiento ilícito y calumnia.
Numerosas irregularidades fueron cometidas en la redacción de los verbales de detención que, como ha sido ya confirmado, fueron falsificados y manipulados luego de la muerte de Stefano.
Los oficiales que serán sometidos a la Justicia, además del general Casarsa, son el Coronel Luciano Soligo , el Comandante Massimiliano Colombo, el Coronel Lorenzo Sabatino, el Capitán Tiziano Testarmata y los agentes Francesco di Sano y Luca De Cianni.
El Cuerpo Oficial de Carabineros, incluido uno de los autores materiales de la golpiza , ha manifestado su arrepentimiento, cercanía y pésame hacia Ilaria Cucchi, hermana de Stefano; justo ayer, tuvo lugar un apretón de manos y un “lo siento mucho” entre el testigo clave (coautor de los hechos) Francesco Tedesco e Ilaria, quien se mostró agradecida por el gesto no obstante las circunstancias.
Actualmente se está llevando a cabo en paralelo un proceso en Corte de Asís contra cinco oficiales, autores materiales de la golpiza, acusados de homicidio preterintencional.
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