Las imágenes de la catedral de Notre Dame de París en llamas recorren el mundo y el 15 de abril no será de ahora en adelante un día más para los franceses.
Este hecho hace recordar a lo que ocurrió hace 22 años en la capilla de la Santa Sábana de Turín, ubicada entre la catedral local y el palacio real.
Esta capilla católica que fuera construida en el Siglo XVII, obra del arquitecto Guarino Guarini y una de las obras maestras de la arquitectura barroca italiana, comenzó a arder en llamas cerca de la medianoche del 11 de abril de 1997.
El nombre de este santo recinto se debe a que en él se custodiaba el ‘Santo Sudario’ que cubrió el cuerpo de Jesús de Nazaret luego de ser crucificado.
Hasta el día de hoy se desconoce el motivo del incendio, pero la hipótesis más fuerte señala que se debió a un cortocircuito mientras se realizaban tareas de mantenimiento.
El ‘Santo Sudario’ no se vio afectado debido a que unos años antes, en 1993, fue trasladado al centro del coro de la catedral adyacente, detrás del altar mayor y protegido por una estructura de cristal a prueba de balas y golpes. Todo para comenzar con las tareas de refacción de la capilla.
Durante esa noche, los bomberos ingresaron al recinto y lograron romper la protección para trasladar el tesoro católico hacia el palacio del arzobispo local.
El largo proceso de refacción
La batalla contra el incendio duró hasta el amanecer del 12 de abril, y valiosas obras de arte que había en su interior fueron completamente destruidas.
Tal fue el daño que recién en septiembre pasado se completaron las tareas de reconstrucción y la capilla de la Santa Sábana reabrió sus puertas al público.
Semejante obra demandó un desembolso de 30.000.000 euros y 21 años de trabajo.
