La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por medio de su secretario Ángel Gurría, ha publicado sus previsiones económicas para Italia y lanzado una alarma. Las previsiones de crecimiento para este año son negativas en – 0,2% y para 2020, aunque positivas, son tan solo del 0,5%.
Gurría ha dicho que “está oficialmente en un punto muerto”
Por eso, el vicepremier Luigi Di Maio contestó en Twitter: “No intromisiones, gracias. Sabemos lo que estamos haciendo”. Y añadió que la OCDE puede ser austero en su casa. Entonces el ministro de Finanzas y Economía, Giovanni Tria, ha aclarado que la OCDE no habla de austeridad.
Lo que el organismo ha dicho es que, aunque sea muy bueno ayudar a las clases más débiles, la asignación ciudadana (reddito di cittadinanza) tendrá escasos resultados a corto y medio plazo, y su eficacia dependerá mucho de las medidas que se tomarán para evitar trabajo negro y ayudar realmente a las personas a encontrar un trabajo adecuado.
Más crítico el juicio sobre Cuota 100: retrasará el crecimiento a medio plazo, reducirá la ocupación de las personas ancianas, aumentará las diferencias entre las generaciones y hará crecer la deuda pública.
El ministro Tria asegura que el reddito di cittadinanza será implementado junto a medidas para incentivar la formación y la búsqueda de empleos y que la Cuota 100 sirve para enfrentar algunos problemas de transición provocados por una reforma de hace algunos años para dar estabilidad al sistema de jubilación (la Reforma Fornero).
El ministro ha añadido que se están aprobando medidas para mantenernos en un crecimiento positivo también en este año.