Hay muy pocos jugadores en el mundo con un gran sentido de pertenencia por un club. Y, mucho más aún, con extrema vigencia como pilar fundamental de un mismo club a lo largo de varios años.
Quizás, esa ecuación sea mucho más común encontrarla en arqueros que en jugadores de campo. Y, también, es más fácil que la vigencia en el primer nivel se dé en clubes de menor calibre y no en las grandes potencias nacionales o internacionales.
Sin embargo, el caso de Giorgio Chiellini es una de esas raras y hermosas excepciones que el fútbol dio. Luego de iniciar su carrera en el Livorno y de pasar a la Fiorentina en 2004-2005, a la temporada siguiente el central arribó a la Juve a cambio de 2,2 millones de euros.
Pero, en 2006 y con Giorgio en el plantel, el equipo de Turín viviría la peor pesadilla de su historia: el 14 de julio de 2006 el juzgado de Nápoles lo condenó al descenso a Serie B, le revocó el título 2004-05 y sentenció la no asignación del Scudetto del 2005-06 tras salir a la luz las charlas telefónicas entre Luciano Moggi (Director general del club) con Pado Bergamo y Pierluigi Pairetto (Designador y Jefe arbitral respectivamente), en un escándalo mundial denominado ‘Calciopoli’.
En ese momento, el club no sólo atravesaba el mayor escándalo y el peor momento de su historia, sino que también veía cómo sus grandes figuras agarraban el bolso y se encaminaban al cartel de salida buscando nuevos horizontes para no jugar en la Serie B.
Así, estrellas como Zlatan Ibrahimovic, Fabio Cannavaro y Patrick Vieira, entre otros, optaron por emigrar. Aunque otros, como Pavel Nedved, Mauro Camoranesi, Alessandro Del Piero, David Trezeguet, Gianluigi Buffon y, sí, Giorgio Chiellini decidieron quedarse a ponerle el pecho a una situación por demás adversa.
En ese contexto, el equipo dirigido por Didier Deschamps asentó sus bases en esos grandes apellidos y, así, consiguieron 28 triunfos, 10 empates y sólo cuatro derrotas en las 42 fechas para no sólo remontar con los 9 puntos de sanción con los que había iniciado el torneo, sino que también se quedó con el título y el ascenso a tres fechas del final, cuando golearon por 5-1 al Arezzo con dos tantos de Del Piero, uno de Trezeguet y, sí, ¡dos goles de Chiellini!
Cinco años después, todo empezaría a cambiar y el panorama ya era distinto: en la 2011-12 la ‘Vecchia Signora’ se volvió a coronar en la Seria A (con Del Piero, Buffon y Chiellini en el plantel) siendo campeones invictos. Y, de allí en más, la racha no pararía, desatando una hegemonía total en el Calcio.
Por eso, no es de extrañar que al ver el palmarés de Chiellini en la Juventus uno se encuentre con ni más ni menos que con ¡16 títulos! con la camiseta del club.
A saber: siete títulos de la Serie A (2011/12, 2012/13, 2013/14, 2014/15, 2015/16, 2016/17, 2017/18), un campeonato de la Serie B (2006/07), cuatro Supercopa de Italia (2012/13, 2013/14, 2015/16, 2018/19) y cuatro Copa Italia (2014/15, 2015/16, 2016/17, 2017/18).
De este modo, y con todo este recorrido en el lomo, Giorgio Chiellini llegó a los 500 partidos disputados con la camiseta de la Vecchia Signora en el cotejo en el que su equipo dio vuelta la serie de octavos de final de la Champions League ante el Atlético Madrid, en el Allianz Stadium.
Así, el central se subió a la selecta lista de los jugadores que superaron las cinco centenas de partidos en el club y quedó sólo por detrás de Alessandro Del Piero (705), Gianluigi Buffon (656), Gaetano Scirea (552) y Giuseppe Furino (528).
Five men, 5️⃣0️⃣0️⃣appearances. Grande, @chiellini! 💪⚪️⚫️#Chiello500 #FinoAllaFine #ForzaJuve pic.twitter.com/WAdvxDkY1w
— JuventusFC (@juventusfcen) 13 de marzo de 2019