Silvano Sarti murió a los 93 años mientras dormía. Formo parte de la resistencia partisana bajo el apodo ‘Pillo’ y fue presidente honorario de la Asociación Nacional de Partisanos de Italia (ANPI) de Florencia.
Sarti fue protagonista de la liberación de Florencia de manos de los nazis en agosto de 1944
“Fue un incansable residente toda la vida”, así es como la ANPI lo recuerda las noticias. Nacido en Scandicci (Florencia) en 1925, Sarti fue capturado por los alemanes junto con otros compañeros. Fueron acusados de deserción, pero fueron perdonados por un edicto militar por su corta edad, 18 años.
Lo deportaron a Cassino y lo obligaron a trabajar en la construcción de las fortificaciones alemanas. Logró escapar con otros prisioneros y después de una larga marcha regresó a la Toscana y decidió unirse a los partisanos.
Sarti militaba en los escuadrones de acción patriótica, que utilizaban tácticas de guerrilla urbanas, desviando las señales de tráfico para confundir al enemigo, extendiendo las calles de clavos de cuatro puntas, saboteando las líneas ferroviarias.
Su otra tarea era conseguir armas y municiones y, para ello, recurrieron a enfrentamientos armados, robos y estratagemas de todo tipo.
Durante la batalla de Florencia en 1944, participó en el asalto de unos francotiradores fascistas en un burdel cerca de Porta al Prato. Después de un asedio de 18 días, los nazis fueron capturados y fusilados.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Sarti se dedicó a las luchas sindicales en las filas de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) y fue uno de los organizadores de las huelgas de Livorno en 1968.