Los dolores de cabeza no terminan para la figura de la Juventus, Cristiano Ronaldo. La Policía de Las Vegas exige una muestra de ADN del futbolista para compararlo con el material genético hallado en el vestido de la denunciante, Kathryn Mayorga.
Desde que estalló el escándalo el año pasado, CR7 siempre negó las acusaciones
Sin embargo, trascendió que el delantero le pagó a Mayorga 325.000 euros para comprar su silencio y evitar problemas judiciales.
Kathryn reveló lo que ocurrió la noche del 13 de junio de 2009 en el estado de Nevada (EEUU). Ella trabajaba como bailarina y hacía presencias en clubes nocturnos donde concurre la élite.
Ronaldo se encontraba allí, previo a firmar el millonario contrato con el Real Madrid. El portugués decidió asistir al sector vip de Rain, una discoteca del Casino Palms Restors. Fue allí donde conoció a Kathryn y a otras modelos.
Bailaron en público y luego se fueron a la suite del futbolista. En ese lugar ocurrió el abuso denunciado por Kathryn.
El abogado de Cristiano confirmó en octubre pasado que hubo un encuentro sexual con la denunciante, pero aclaró: “Fue absolutamente consensuado”
Tras la denuncia de Kathryn, aparecieron más mujeres acusando al jugador portugués. Según publicó The Sun, entre las denunciantes se encontraría Karima El Mahroug, más conocida como Ruby Rubacuori, la joven que llevó a la Justicia a Silvio Berlusconi por pagarle por sexo cuando tenía 17 años.
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