La cadena internacional de cafetería fundada en Washington, Starbucks, abre su primer local en Italia. Más precisamente en Milán. ¿Sobrevirá en el país que no solo es productor de granos de café, sino amante del mismo?
En el país donde el café es moneda corriente pareciera mentira que cientos de personas hagan fila para probar los productos de Starbucks… Sin embargo, sucede.
Una fila interminable de personas se formó bajo la lluvia a la espera de que el local abra sus puertas. El café, €1,80. Lo mismo que un capuchino y un cornetto en cualquier cafetería italiana. El capuchino con tu nombre escrito en el vaso… €4,50.
El mundo entero se desvive por comprar productos “Hecho en Italia”, incluido el café. La propia Starbucks comercializa café en granos con nombres comerciales que hacen referencia a la cultura italiana pero que están producidos en Estados Unidos.
¿Vale la pena la desesperación por la cadena extranjera?