La aerolínea low cost, Ryanair, opera sus vuelos con normalidad –salvo algunas retrasos– en los aeropuertos de Ciampino y Fiumicino, al igual que en sus otras bases operativas en Italia.
El personal de la compañía realiza una huelga en Alemania, Bélgica, Suecia, Irlanda y Holanda. Allí se han cancelado más de 400 vuelos en plena temporada vacacional.
La medida afecta a más de 55.000 pasajeros. La compañía confirmó que devolverá el dinero a quienes no puedan viajar y que ofrecerá cambios gratuitos.
La huelga de 24 horas que llevan a cabo los pilotos reclaman por mayores derechos laborales y se oponen a la flexibilización, especialmente a la forma de contratación. Ryanair emplea de manera tercerizada en condiciones muy precarias en comparación al resto de las compañías.