La tradición –y calendario astronómico– indica que cada 10 de agosto, en la noche de San Lorenzo, se ven en el cielo cientos de estrellas fugaces con facilidad, también conocidas como ‘lagrimas de San Lorenzo’.
Esta año, no es la excepción, aunque los expertos advierten que el fenómeno se apreciará mejor el 12 y 13 de agosto.

En realidad, se trata de fragmentos de meteoritos desintegrados de un cometa y brindan un espectáculo único en el cielo.
En el norte del país se podrá ver con mayor facilidad. Lo recomendable es alejarse de los grandes centros urbanos, a campo abierto y sin luces artificiales.
Una vez que nuestros ojos se hayan acostumbrado a la oscuridad comenzaremos a ver decenas de estrellas de fugaces. ¡No olvides pedir tu deseo!