Con 108 votos a favor, 71 en contra y seis abstenciones, el senado convirtió en Ley el Biotestamento.
La nueva legislación establece la posibilidad de que las personas puedan decidir, en pleno uso de sus facultades mentales, cuáles procedimientos terapéuticos aceptarían en caso de una incapacidad total por lesiones como resultado de traumatismos cerebrales irreversibles.
Los sectores de izquierda -nucleados en el Movimiento cinco estrellas, Movimiento democrático y progresista- se manifestaron a favor de la sanción, mientras que la derecha y los grupos ligados a la Iglesia plantearon su desacuerdo.